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viernes, 17 de octubre de 2014

Travesía Azpilicueta a Reñada -11 Octubre 2014



Buenas compañeros y compañeras.

Hemos necesitado dos intentos, pero, aprovechando las escasas lluvias de los últimos meses, hicimos este clásico de Cantabria el 11 de octubre del 2014: La travesía torca de AZPILICUETA a cueva de REÑADA. Muy recomendable travesía con todo tipo de dificultades, con grandes pozos que requieren cierto dominio técnico, pasos estrechos a los que hay que echarles “serenidad”, galerías amplias, laminadores, etc. Y no demasiado larga, de manera que se puede disfrutar sin que el cansancio haga aparición.


Selfie, que está de moda, en P34
Es una travesía con casi 300 m de desnivel, de los que 265 m son de pozos. Tiene unos 1.500 m de recorrido, si se opta por la vía más directa.

El sistema, ubicado en Matienzo (Cantabria), tiene varias bocas, pudiendo optarse por instalar la torca del Coterón como “salida de emergencia”.

Tiene varios puntos críticos a tener en cuenta:

  • Pozo de unión entre la gatera de la Sala Ciega y la Sala de Cartón – Piedra: Se trata de un pozo de 20 – 25 m, muy estrecho, principalmente en su cabecera. No es apto para espeleólogos pasados de peso, como demuestran los rescates ocurridos en ese paso, uno en 2003 y otro en 2007. Y eso a pesar de las “micro-voladuras”.

  • Paso del “Duck” o del Pato. En este caso es una gatera de unos 10m con un pequeño caudal de agua, que podría sifonar en caso de fuertes lluvias, impidiendo la salida por Reñada.

  • Paso del Agujero Soplador. También se trata de un paso bajo, con cierto caudal de agua y que podría llegar a sifonar, aunque mi impresión es que es más fácil que sifone el Duck.

En general, las cuerdas e instalaciones que encontramos en la Torca de Azpilicueta estaban en buen estado, gracias a los del Katiuskas, a excepción del pasamanos de aproximación al P14, después del riachuelillo de Azpilicueta.

Pero bueno, vamos al tajo:

 ACCESO.

Por mi parte, creo que lo ideal es dejar los coches en las cercanías de la cueva de Reñada y subir a pie hasta Azpilicueta.

Efectivamente, existe una pista que pasa a escasos 50 m de la sima de Azpilicueta. Y en algún sitio leí que “era apta para todo tipo de vehículos”. Así que hace unas semanas intentamos hacer la travesía, dejando un coche en la sima de Azpilicueta y otro en Reñada. Cogimos la jodida pista en Matienzo y, hasta el repetidor de TV muy bien: Pista hormigonada, de mucha pendiente, pero bueno, con mi Fiat Punto, en primera, pues íbamos subiendo.

Pero, más o menos, a mitad del recorrido desapareció el hormigón y poco a poco la pista se convirtió en una “pista apta para todo tipo de vehículos a los que no tengas mucho aprecio”. Mi Fiat Punto, antes de dar media vuelta, se llevó dos leches en los bajos: Uno en todo el cárter y otro en el escape. 

ITV cascada!!
El resultado de este intento de llevar el coche hasta Azpilicueta fue que echamos la mañana paseando con el coche por pistas de cabras, quedando tiempo solo para entrar a dar un paseo por Reñada, además de que me han tirado en la ITV por el agujero que le hice al coche en el escape.

Supongo que el paso de todo terrenos de los paisanos y la lluvia han hecho de esta pista intransitable para coches normales.
Así, os recomiendo que dejéis los coches a la salida de Reñada, en una explanada en la que caben como 4 coches, en estas coordenadas:

Parking acceso Reñana: WGS84/UTM 30T/X 450.003 - Y 4.795.725 

Track acceso desde Matienzo
Para llegar allí, en el centro de Matienzo, en una placita donde está el bar, tomamos dirección Seldesuto (CA-654). Sin desviarnos seguimos unos 2,5 km por esa carretera asfaltada. Tras esa distancia, más o menos, veremos una pequeña explanadita a mano derecha, justo en un punto donde sale un camino para tractores a mano izquierda. En ese cruce hay un castaño, y en el prado que limita con el camino se ven varios magníficos robles, sobre todo uno que invita a dejar la espeleo para tumbarse a su sombra.

Manuel en el camino de tractores, hacia Reñada

Para llegar a Reñada dejamos los coches en esa explanada y seguimos a pie por el camino de tractores, hasta cruzar el cauce de un riachuelo. Tras el riachuelo, en el bode de la arboleda que ahí comienza, hay que buscar una senda a la derecha, muy poco marcado, que nos lleva a Reñada. De Reñada al coche no hay más de 20 minutos de paseo.

Cueva de Reñada: WGS84/UTM 30T/X 450.326 - Y 4.795.491



Podéis entrar a echar un ojo en Reñada, hasta el agujero soplador, que está cerca de la entrada, para ver cómo va de agua.

Subiendo hacia Azpilicueta
Para llegar hasta Azpilicueta, desde este punto, todo lo que hay que hacer es coger “tó pa´rriba”, a dejarse las piernas. Yo no vi ninguna senda ni nada, así que, con el GPS en la mano, tiramos campo a través, hasta cruzarnos con la pista que viene del repetidor de TV. Hay un árbol justo en la boca, único árbol de la zona, así que, una vez alcanzada la pista buscad una pequeña dolina con un árbol, al otro lado de la pista según hemos ascendido. 


Ni Manuel ni yo somos unas máquinas en campo a través y cuesta arriba, así que necesitamos casi 1 h y 30 min desde el coche hasta Azpilicueta: Son ya cuarenta y pico años tomando cerveza y otras cosas peores, o mejores, según se vea.

Y más de lo mismo... Subiendo a Azpilicueta












  



Y ya descojonados, subieeeendo a Azpilicueta














Pista que viene del repetidor de TV.








Entrada a Azpilicueta: Pequeña dolina y árbol de referencia.












 Sima de Azpilicueta: WGS84/UTM 30T/X 450.240 - Y 4.794.763






Alzado pozos Azpilicueta



   DESCRIPCIÓN DE LA TRAVESÍA

Se inicia Azpilicueta por una serie de rampas descendentes, destrepables. En seguida nos encontraremos un resalte de 5m instalado en fijo que, tras unos metros, nos lleva al pasamanos de aproximación del primer pozo de 34m, equipado con reunión de cadena en el techo. Precioso pozo que se desciende prácticamente en volado.








Cabecera del p34
Mi compañero Manuel instala estos primeros pozos. 

Tuvimos un susto en este pozo al recuperar la cuerda, ya que a 3 m de su base hay un resalte donde la cuerda, al recuperar, tiende a quedarse enganchada. Al final, después de varios meneos, tirones e improperios conseguimos desenganchar la cuerda.





Aspecto del P34
Cabecera del P28

En la base de este primer pozo arrancan dos pozos rampa, de 15 y 12 m, mas o menos. En las topos aparecen como 20 y 10 m, pero dudo que esas sean las distancias. Pasamanos de aproximación al primero, con doble anilla en su reunión. Muy fácil pasarse la reunión intermedia; de hecho, nosotros nos la saltamos, de forma que cuando llegamos al siguiente pozo, cabecera del P28, pensamos que era el segundo pozo – rampa y nos quedamos cortos de cuerda, teniendo Manuel que cambiar de aparatos para subir: ¡¡qué gran invento el nudo final de cuerda!!.

 Pues eso, este P28 tiene pasamanos de acceso y cadena para la reunión. Ya se empieza a notar algo de agua en esta bajada.
Así intersectamos la galería que acoge al río de Azpilicueta, convertido en un pequeño caudal después de tantos meses con pocas lluvias, pero que nos dio para proveernos de agua.

Avanzamos por el cauce hasta llegar a una sala generosa, donde una diaclasa en el suelo forma el siguiente pozo, el P14. Hay un pasamanos de aproximación a la cabecera, pasamanos instalado en el suelo por lo que tiene factor de caída mayor de 1. Además, a mitad de pasamanos se ve cómo la cuerda se descamisa, cual gitano en casamiento, y deja ver su alma.
Cabecera p14. Pasamanos "Chungo"

Manuel, para instalar, se asegura al pasamanos y abierto de patas, por encima del pasamanos, se acerca a la cabecera. Para descender necesita “dejarse caer”, pegando cierta sacudida al pasamanos. Yo lo intento de otra manera, dejándome colgar desde un principio en el pasamanos y avanzando en oposición, quedando la cuerda del pasamanos a la altura de mi cabeza. Aun así, al dejarme colgar al principio del pasamanos también le meto cierta sacudida a éste. Vamos, que mucho cuidado con este pasamanos.

En la base de este P14 arranca un corto meandro, que se estrecha y serpentea fuertemente hacia su final y que, sin llegar a ser de los chungos, sí se hace un poco agobiante. De repente este meandro desemboca en un soberbio P100, a bajar en tres tiradas.

Cabecera primera tirada del P100
¡Esta es mi parte favorita; 100 metros de pozo!, y me toca instalar: Ese fue el trato con Manuel.
Pasamanos de aproximación para la primera tirada, de 50 m, con desviador a -15m. Cadena con anilla como reunión. Se nota en el pozo el agua que viene del meandro; aun así, es poca agua, apenas moja.

A medida que bajo el pozo se ve más grande, se ensancha y sin darme cuenta estoy en volado. Busco el famoso desviador y, aunque lo localizo, no llego. Estoy en volado, no tengo donde apoyarme para darme un poco de impulso y pendulear. Balanceo los pies, como niño en un columpio, hasta que toco ligeramente la pared y me impulso. Llego al desviador. Cinta plana de color azul con mallón. Tiene marcas de haber sido apretado con alicates. Lo siento, pero no tengo huevos a abrirlo, más que por oxidación porque está muy apretado para hacerlo a mano, así que ya sabéis, si pensáis usar este desviador llevaros un mosquetón para abandonar.

Bajando la primera tirada del P100
Bueno, aunque cae agua ésta lo hace resbalando sobre la roca, no llega a chorrear demasiado. Y como no hay roce de cuerda, pues para abajo. 

¡joder cómo chiclean las cuerdas de 9mm!. Preciosa bajada, la verdad.
Esta tirada acaba en una cómoda repisa, como para 4 – 5 personas. Caben más, pero hay que asegurarse al pasamanos.


Primera tirada del p100









Espero a Manuel, recuperamos cuerda sin problemas y a por la siguiente tirada: pasamanos de acceso y cadena con anilla. Esta vez cortito, P13, y nueva repisa amplia. 

Tenemos ahora  bajo nuestros pies el famoso pozo de 40 m, la tercera tirada del P100, con el atlético pasamanos del paraguas y el rapel guiado (Tele taki) a mitad de pozo. Por cierto, ¿de dónde sale el nombre ese de “tele taki”?
Mientras espero a Manuel me meto en el pasamanos para ir instalando cuerda, cuando veo para mi sorpresa y demás presentes que ¡¡este pozo está instalado en fijo!!... Ummmmmhh… no me fio…

Cabecera de la segunda tirada del P100 (p13)
 Fantástico pasamanos en volado, donde hay que tirar de habilidad. Hay varios estribos en fijo para ayudar. Y sí, recupero la cuerda que estaba en fijo en esta última tirada, hasta que me hace tope el nudo final de cuerda en el desviador del “tele taki”. Y hasta lo que puedo revisar, cuerda en buen estado, de 10.5 mm.

Así que tiro de estribo para soltar cabos del pasamanos y ¡para abajo!... ¡qué delicia!, ¡lo mejor de la travesía!.

En seguida se ve cómo el pozo desemboca a unos 20 m en el techo de la gran sala ciega. Y una cuerda de lado a lado del pozo, justo en su desembocadura con el techo de la sala, del que cuelga un desviador, del lado contrario por el que bajas. ¡Impresionante!.

Bajando la segunda tirada del P100 (p13)
Así que en cuanto alcanzo al rapel guiado le engancho el cabo corto. En seguida me doy cuenta de que ni la inclinación ni el tensado del “tele taki” es suficiente para que deslice el cabo, así que doy un poco más de cuerda al descensor, llave de bloqueo a mi viejo dressler, y me ayudo tirando del “tele taki”.. .¡Vaya, me he quedado corto!. Otra vez doy un poco más de cuerda al descensor, bloqueo y ahora así, llego al desviador. Esta vez es un mosquetón de aluminio, en buen estado.

Paso el desviador y antes de soltar mi cabo del “tele taki” y desbloquearme, vuelvo a revisar la cuerda en fijo, comprobando que está en buenas condiciones, llega hasta el fondo de la sala y tiene nudo final de cuerda. ¡¡Así que para abajo!!... ¡¡juhuuuuu!!, ¡¡Qué delicia de pozo!!.

Antes de llegar al suelo trato de localizar la gatera que da continuidad a esta sala, ya que por lo que había leído no hay que bajar hasta el fondo de la sala. Y sí, cuando estás a 3 – 4 m de tocar suelo, si te fijas, se ve muy bien un reflectante naranja indicando la salida por esta gatera.

Fijaros, porque esta referencia es útil para entender dónde tienes que posarte. Caes encima de un gran bloque, que es mejor rapelar con la cuerda por la que vienes, a pesar de existir otra cuerda auxiliar en fijo para bajarlo. Aquí existía una continua ducha de agua, a pesar de la poca carga que traía la sima. 

Pozo - Tubo 25m. ¡El famoso desagüe del WC!
 Nos metimos por la corta gatera del reflectante, que enseguida se amplía, para pasarnos de largo el famoso “desagüe de WC”: ¡¡Y queríamos perdérnoslo!!. Está muy bien señalizado, la verdad, con marcas negras, así que a los pocos metros de pasárnoslo nos topamos con una cruz pintada en negro indicando que ese no era el camino.

Efectivamente, a la derecha se ve una cuerda roja anudada en un puente de roca que se pierde en el famoso pozo-tubo de 25 m.

¡A por el WC!
 Indicaros que este paso es del tipo “selectivo”, vamos, que los rescates aquí ocurridos dan fe de que este paso, a pesar de las micro - voladuras  que ya se han hecho, no es apto para espeleólogos muy pasados de peso.


Reconozco que soy un tío muy delgado. Mi cuerpo está especialmente diseñado para la espeleo: A mi 1,82 m de estatura tan solo le recubren 67 kg de peso, así que me suele tocar ser el primero en los pasos estrechos para, después de haber pasado, dar indicaciones.



¡Ahí voy!

Así que miré el paso, me quité los aparatos no necesarios, me coloqué la saca en el mallón del arnés, enganché mi ocho en la cuerda y pensé lo que pienso siempre en estas situaciones: “Si por aquí ha pasado alguien alguna vez, yo paso”. Tiré para abajo y enseguida mi saca se negó a entrar, a quedarse atravesada, a impedirme ver el paso y a estorbarme enormemente a colocar pies y piernas.
¡OJO!. Esta NO es la postura buena para pasarlo.





 A este momento corresponden las fotos que veis.


Así que decidir salir del WC y quitarme la saca. Así, sin saca y buscando la postura, fue fácil. Pasé como siempre, como mi cuerpo me tiene acostumbrado en los pasos estrechos, como un gato.

Os dejo unas indicaciones para este paso.
¡OJO!. ¡Que NO me entra el brazo izquierdo!.


¡Que NO!, ¡Que así no entra el brazo izquierdo!.
Lo primero, que sepáis que aunque los 20 – 25 m de pozo son estrechos, lo peor está en los 2 primeros metros, lo que se alcanza a ver antes de meterte. 

Mejor que lo hagáis sin saca. Pasar sin saca y que el compañero os pase, si queréis ayudados de un cordino, las sacas de una en una. Pasados los 2 primeros metros hay algo más de espacio que permite volver a pasar la saca por delante y colgártela en el mallón del arnés. No encontré mucho sitio para dejar la saca de Manuel para que la recogiera él, así que al final tiré para abajo, una vez pasada la “gran estrechez”, con las dos sacas: Una colgada de mi arnés y la otra soportándola con la mano, aunque a veces la dejaba caer (se llevó buenas leches).

Os recomiendo no usar descensor tipo Stop. El pozo se puede, incluso, destrepar. Creo que la mejor opción es usar un ocho o un dinámico. A Manuel y a mí el ocho nos vino genial.
Yo pasé con el brazo derecho por delante, hacia abajo, sujetando la cuerda que sale del ocho. Y el brazo izquierdo por detrás, levantado.

La postura que veis en la foto NO es la que usé para pasar. En la foto el brazo izquierdo se me estaba quedando enganchado, no tenía huevos a meterlo. Según miras a la foto, en la zona izquierda del agujero hay una pequeña hendidura en la roca. Así que yo pasé girado con respecto a la foto que veis, esto es, mirando hacia la pared contraria a la de la cuerda, con mi brazo izquierdo a la izquierda del agujero y levantado, aprovechando la hendidura de la roca. Así pasé sin problemas.

El resto del pozo – tubo es fácil: Solo hay que dejar que la gravedad haga su trabajo. Esa roca parece un queso de Groulle y el pozo sigue uno de sus agujeros. Solo hay que seguir la cuerda para encontrar el agujero bueno: Obvio.

El pozo acaba ensanchándose, coincidiendo con una diaclasa en el suelo. El final de la cuerda por la que bajamos está anudada en su otro extremo al otro lado de esa especie de diaclasa, por lo que la gaza que queda nos servirá de pasamanos para asegurarnos y cruzar la diaclasa.
Avanzamos siguiendo las marcas hasta aparecer en pocos metros en una peculiar  sala, creo que llamada de “Cartón Piedra”. La continuación es de frente, sin perder altura; no os vayáis a la parte baja de la sala.

Hasta aquí, lo que representa descender todos los pozos, nos llevó 4 horas.

Topo Sistema la Vega
A partir de aquí y hasta las galerías de Reñada, lo que es la zona de galería Sanatogen y zona de unión, es un auténtico laberinto, un queso de Groulle, un sucederse de gateras, salas pequeñas, laminadores, trepadas, destrepes, etc. Eso sí, está bien indicado con flechas negras o blancas, además de algún reflectante, balizas rojas o verdes, hitos… vamos, que si no tienes claro la continuación solo hay que retroceder hasta encontrar una de esas marcas. Nosotros solo tuvimos un despiste por no ver una flecha negra. Pero bueno, después de descartar varias gateras retrocedimos y encontramos el camino bueno. Hay que ir pendiente.
Bocata de Jamón Serrano

No puedo daros grandes indicaciones en esta zona. Estoy escribiendo esto tres días después de haber hecho la travesía y ya está confusa en mi cabeza: Grieta en V que había que trepar, pasos no evidentes, etc. 

Aprovechamos antes de llegar a las galerías de Reñada para comer algo. Llevo muchos años haciendo espeleo, la verdad. Antes me forraba a frutos secos, chocolatinas, barritas energéticas, etc, que conformaban mi “endo-geo-dieta”. Así hasta que hace poco menos de un año volví a coincidir con mi muy antiguo (que no viejo) compañero  de espeleo “Farma” y vi cómo se sacaba de la saca una barra de pan y unas lonchas de jamón serrano. Desde entonces las mierdecillas esas que comía antes las dejo al fondo de la saca, en un tupper, junto al material de autosocorro, para caso de emergencia.

Bocata de Jamón Serrano

Galería Sangrienta
Bueno, ya con las barrigas llenas de bocata de jamón serrano seguimos avanzando hacia las galerías de Reñada. Este era ya terreno conocido: “Galería Sangrienta”, “el Monje”. La progresión en estas galerías es fácil y, además, bonita. El camino está lleno de marcas y balizas. Es sencillo encontrar la ruta buena. 





















El Monje



















Galerías de Reñada















Galerías de Reñada



















Galería Sangrienta
















Inicio del Duck

Alguna rampa resbaladiza, algún resalte con cuerda en fijo y en poco te plantas en el paso del “Duck”. Estaba muy bajo de nivel y casi ni nos mojamos, aunque ya veníamos algo mojados de los pozos.

Al poco de pasar el duck nos encontramos con varios lagos de barro graciosillos. Fundamental las botas de agua.

Alguna cuerda en fijo para salvar algún resalte, cuerdas que no eran de espeleo. Me parecieron de polipropileno o algo así. Casi mejor no meter los aparatos en ellas, no sea que lijemos el aluminio de nuestros chismes. 

Parte más crítica del Duck.















Aspecto del inicio del Agujero Soplador


En poco más nos plantamos en el agujero soplador. Graciosillo también… por si acaso no te habías mojado en el duck y no habías embarrado el mono, aquí tenéis este paso, para poner remedio.


Agujero Soplador, desde fuera

Agujero Soplador

Y sí, por si no venías embarrado...





A los pocos metros del agujero soplador se ve ya la luz de la calle. Solo una rampa ascendente y preciosa tarde de otoño, sol, calorcito. 

Desde la base del pozo – tubo estrecho (Sala Cartón Piedra) hasta la boca de Reñada invertimos unas 3 horas, incluyendo la comida de bocatas y las fotos. En total 7 horas de travesía.


Camino del coche aprovechamos a coger ricas castañas. También había un nogal, al lado del coche, cargadito de nueces, pero teníamos que meternos en un zarzal, y no era plan. Y ya puestos, al río Asón a lavar el equipo. 

Y como Manuel y yo tenemos la suerte de vivir en Castro Urdiales, a escasos 50 km del Valle del Asón, del epicentro de la espeleo, pues a casita a darse una ducha, salir a pasear con los niños y la jefa en una fantástica tarde de sábado, para acabar cenando con otros amigos.
Así, todos contentos: Manuel y yo por hacer esta fantástica travesía, los niños por pasar la tarde de paseo comiendo chuches y la jefa… pues también.

RECOMENDACIONES:

Agua: Chungo, sobre todo el paso del duck. Nosotros solemos vigilar el caudal del Asón en Coterino en este enlace. Cuando entramos el caudal rondaba los 2 m3/s, lo que es verdaderamente bajo. Por experiencia, un nivel medio del Asón en este punto ronda los 10 – 15 m3/s. En ese rango encontraréis más agua, pero no tendréis problemas en esta travesía, salvo lluvias repentinas. Tenéis que evitar fuertes picos de crecida, que aparecen fácilmente en el Asón en el momento que llueve algo fuerte. En fin, os recomiendo vigilar este enlace.
Si el duck está inundado es un suicidio meterse a pulmón, a pesar de que hay una cuerda guía instalada. Mejor retroceder, sacar las mantas térmicas y esperar. Menos crítico es el agujero soplador.


Caudal del Asón en Coterino
 Cuerdas: Nosotros llevamos lo que teníamos: 60 m, 40 m y 20m todo en 9 mm. No es lo más optimizado, pero bueno. Tuvimos varias veces que empalmar cuerdas en el tramo de recuperación. 

Horarios: Dos cuarentones cerveceros y con experiencia; eso sí, guapos, simpáticos, inteligentes y modestos, empleamos: 

·         Subida del Coche a Azpilicueta: 1,5 horas
·         Boca de Azpilicueta a base del pozo–tubo (bajar todos los pozos): 4 horas
·         Base del pozo–tubo a boca de Reñada: 3 horas
·         Reñada a coche: 20 min.

 Estos tiempos incluyen las paradas contempladas en los derechos constitucionales espeleológicos, esto es, para comer, sacar fotos, dame un trago de agua que estoy seco, equivocarte, mear (varias veces) y echar algún que otro cigarrito.

 En fin, chicos y chicas. Un disfrute de travesía. ¡¡Hasta la próxima!!